Exfoliar los pies es una rutina de cuatro pasos muy sencilla:
- Sumerge los pies en agua caliente durante cinco minutos
- Frota durante cinco minutos los talones de los pies con piña fresca o pieles de kiwi (tanto la piña como el kiwi contienen bromelina, un ablandador de la carne)
- Con los pies limpios y secos frota el talón con una piedra pómez. No frotes con demasiada fuerza para no dañar la piel nueva
- Hidrata la piel con aloe vera. Yo siempre recomiendo el Gel puro de Aloe Vera 99,9% de Cibelesthetic
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